Lo primero es una visión general de lo que hay que hacer. En los silentblocks traseros es realmente fácil.
Como el acceso es fácil y la barra estabilizadora no está en tensión si ambas ruedas están niveladas, lo más fácil es subir el coche a unas rampas por la parte de atrás. Esto os dará la elevación necesaria para meteros por debajo y poder hacer el trabajo. Pero antes de eso asegurad el coche con unos calzos por la parte delantera y con unas borriquetas en los travesaños, por si acaso. Yo no me meto debajo del coche sin estar completamente seguro de que no va a poder caerse encima.
Una vez hecho esto os muestro los tres juegos de tornillos que vais a tener que quitar. El primero es el que sujeta el protector de plástico del fondo del coche. El segundo es el que sujeta la barra estabilizadora a la bieleta trasera. Los terceros son los dos tornillos que sujetan la pieza de metal que soporta el silentblock y la barra contra el cuerpo del coche. Una vez hecho esto podréis sacar el silentblock viejo y poner el nuevo.
Vamos por partes:
1.- Quitad el tornillo que sujeta el protector de plástico del suelo del vehículo. En realidad es una especie de tuerca de plástico que se rosca a un espárrago fijo y que tiene una cabeza hexagonal de 10mm. Con ello el protector podrá retirarse lo suficiente para poder acceder a los tornillos de la chapa metálica que sujeta el silentblock
2.- Lo siguiente es retirar un poco el protector y sacar los dos tornillos que sujetan la chapa que soporta el silentblock. Con ello podréis retirar la chapa haciendo un poco de palanca sobre ella. Al final esa chapa tiene una forma un poco más cóncava de lo que tiene la superficie del silentblock, por lo que está encajada sobre él por la acción de los tornillos. De todas formas sale fácil. Aquí veis los tornillos que hay que quitar.
3.- Con el paso anterior tenéis acceso al silentblock pero no se puede soltar fácilmente de la barra. Para ello lo mejor es soltar la barra de la bieleta. Quitáis la tuerca que sujeta la barra a la bieleta y ya está. Veréis al hacerlo que la bieleta no está tensionada y que se puede quitar sin ningún peligro ni dificultad. Comprobadlo antes en todo caso y si notáis tensión no la quitéis. Debéis tener el coche desnivelado o revisad si en el otro extremo la barra está desnivelada por algún motivo. Una vez quitada podéis sacar ya el silentblock sin problemas. Os quedará así.
4.- Ahora se trata de poner el nuevo. Pero antes limpiad bien la barra estabilizadora. Lo suyo sería quitarla entera, pulirla, pintarla y volver a ponerla, pero para eso necesitáis mucho tiempo. En mi caso la limpié bien con un trapo para quitarle los restos de arenilla y óxido y evitar que hiciese efecto abrasivo sobre el nuevo silentblock.
Mirad la diferencia entre el recién quitado y el nuevo. Como veréis el quitado cuando menos está lleno de óxido, además de tener más holgura y estar más acartonado.
5.- Además antes de poner el nuevo conviene que le echéis grasa consistente en su interior. De esta forma estará más protegido a la abrasión y durará algo más. Una vez hecho esto, lo abrís por la ranura que tienen y lo introducís en la barra. En este caso los silentblocks no dan mano, por lo que no tendréis problema. Una vez introducido, presentáis encima la chapa y roscáis ligeramente cada tornillo sobre su rosca. Veréis que la chapa no entra en el silentblock, por lo que he dicho antes, pero no pasa nada. Al apretar los tornillos encajarán.
6.- Una vez apretada la chapa toca meter de nuevo el tornillo de la bieleta en su sitio y apretar la bieleta. Y ya está. Silentblocks cambiados. En menos de una hora podéis tener ambos renovados.
Este es el aspecto una vez cambiados
Y estos son los silentblocks viejos que quité. Tienen mucho óxido y sobre todo están comidos por los bordes (y con algo de mayor holgura en lo que es el orificio central), lo cual dejaba algo de juego a la barra estabilizadora y producía los clocks traseros (el óxido y la arenilla producían los chirridos de cama vieja).
